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Por qué dormir es tan importante para una buena salud

3 de marzo de 2022
Cuando duerme, su mente y su cuerpo trabajan arduamente en su salud en general. Por ejemplo, ciertas etapas del sueño nos permiten aprender y recordar. Dormir también nos ayuda a combatir las infecciones y a prevenir los problemas cardíacos y la diabetes.
Si está lidiando con un conflicto o un cambio, dormir puede ayudarle a controlar sus emociones. Dormir lo suficiente ayuda a reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y mantener un peso saludable.
 
Con el tiempo, la falta de sueño puede dañar su salud y sus relaciones y provocar accidentes al volante o en el trabajo. La buena noticia es que puede aprender nuevos hábitos para mejorar su sueño.
 
¿Cuánto necesita dormir?
Las necesidades individuales de sueño varían, así que observe cómo se siente durante el día. Si le resulta difícil realizar actividades sencillas o mantenerse alerta, es posible que necesite dormir más.
 
Estas son las pautas básicas para los diferentes grupos etarios:
 
  • Bebés y niños: Los recién nacidos duermen hasta 18 horas al día. A medida que crecen, necesitan dormir menos.
  • Adultos: A la edad de 20 años, las necesidades de sueño oscilan entre 7 y 9 horas cada noche.
  • Adultos mayores: Las personas de 65 años o más necesitan entre 7 y 8 horas cada noche.
 
La pérdida de sueño suele ser el resultado de malos hábitos de sueño, enfermedades o alteraciones del sueño. También es posible que su habitación sea demasiado luminosa, cálida o ruidosa, lo que dificulta el sueño.
 
El inicio del horario de verano este mes también puede provocar ciclos de sueño. Un estudio publicado en el Journal of Applied Psychology indicó que la persona promedio duerme 40 minutos menos el lunes después de “Adelantar la hora” en comparación con otras noches del año.
 
Estos son algunos consejos para ayudarle a dormir mejor:
 
Sea coherente con su horario de sueño. Acuéstese a la misma hora todas las noches y levántese a la misma hora todas las mañanas, incluidos los fines de semana. No duerma la siesta después de las 3 p. m. ni duerma más de una hora de siesta. Modifique gradualmente su hora de sueño unos días antes de que comience el horario de verano despertándose de 15 a 20 minutos antes para facilitar la transición.
 
Haga ejercicio temprano. Dele a su cuerpo al menos dos horas para que se relaje antes de acostarse.
 
Omita o limite lo siguiente:
 
  • Cafeína y nicotina. estimulan el cuerpo y pueden tardar hasta ocho horas en desaparecer.
  • Alcohol. Una bebida puede hacer que se sienta somnoliento, pero evita el sueño profundo.
  • Comidas y bebidas abundantes por la noche. El exceso de comida puede provocar indigestión e impedir el sueño. Consumir más bebidas también significa más viajes al baño.
 
Hable con su médico acerca de ciertos medicamentos. Ciertos medicamentos para el corazón, la presión arterial, el asma y el resfriado pueden retrasar o interrumpir el sueño, así que pregúntele al médico cuáles son sus opciones.
 
Relájese antes de acostarse. Intente escuchar música, leer o tomar un baño.
 
Salga al aire libre durante el día. Al menos 30 minutos de luz solar natural al día pueden ayudarle a dormir mejor por la noche.
 
Haga algo si no puede quedarse dormido. Después de 20 minutos, haga algo relajante, como leer un libro, hasta que se sienta cansado. Manténgase alejado de los teléfonos inteligentes y tabletas, que emiten luz azul y pueden mantenerlo despierto.
 
Consulte a su médico. Incluso con buenos hábitos de sueño, puede ser difícil tener un descanso de calidad suficiente. El médico puede recomendarle soluciones u organizar un estudio del sueño para determinar si tiene un trastorno del sueño.
 
Algo tan simple como dormir puede marcar una gran diferencia en su salud.

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